lunes, 11 de noviembre de 2019

La Sinfonía perfecta



Entre el color del día,
la hermosura de la vida
y la suavidad armónica,  
apareció como un soplo
la gracia que eligió,
la ráfaga de viento
que la Libélula esperaba.

Desnudó al cielo azul
y a las nubes blancas
que se estiraron como el algodón,
que deleitó al cielo
con su dulce miel;
cubrió a las estrellas
y ocultó al sol.

Y sobre los árboles y el monte alto,
se alzó la luna aun de día,
y se ató de la cola
de un barrilete que
interceptó los destellos,
esos que le hicieron planear de un lado
a otro…

Y ella en su dimensión,
tiraba de un hilo regio,
alzando su brazo,
dejando al aire
su cabellera ensortijada
que volaba en un espacio
que adormeció al tiempo
y perfumo todo lo existente,
todo lo que capturo en su mente.

Los segundos contuvieron
su sonrisa contenida
en su intelectual mirada,
al contorno completo de sus ojos,
su tímida sonrisa
y al indescriptible flujo
de su personalidad…
El sonido perfecto
de una orquesta Sinfónica.

Libélula,  Twitter

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