Voló tan alto
que no pude remontar sus alas,
la perdí en el horizonte y mis ojos
no pude seguirle.
Soplaste viento tan fuerte, yendo tan lejos, que olvidé su nombre.
¿Con que alas podre levantar vuelo,
para surcar el cielo
y encontrarle?
No supe entender, que subió hasta las nubes,
para no verla de nuevo y perder su mirada.
Creí que elevarse con ella sería celestial,
pero fue aletear en vano,
y tocar las estrella,
fue irreal.
Perdí mis sensaciones, mi cordura y entereza,
e muerto en vida, desfalleciendo de a poco,
con cada suspiro.
Y decidió volver
creyendo sentirme salvado. Con su presencia,
y trajo consigo lo que nunca creí ver y extrañar.
NADA...
Tomé mi corazón, había fallecido...
Perdí la brújula de la vida,
una lanza atraviesa mi alma y la parte en dos.
Atorada y aferrada., quedó.
Desterrando mis sentimientos por el resto de mis días.