Su niña, Zulema

Corrió sin parar
bajó por la vereda
sin arrastrar,
ni destrozar,
su camisa blanca
impecable,
la que quería estrenar
para su niña Zule, como le llamaba...

Quiso impresionar,
y la locura desatar,
a sus escasos años,
quería conquistar
esa era su realidad.

Jugó al fútbol
con felicidad de niño,
su alegría diaria
y al terminar
cogería a su niña, para ir al manantial,
donde el agua fluía congelada,
si, el lugar favorito de ella
recitaba sin parar.

Y llego al lugar, con Zule
donde estaba la fuente,
entre piedras resbalosas,
follaje tupido
sin nadie que molestar.

Se arrodilló
como el santo de la iglesia.
Ella se posó, en un claro
con su vestido rojo.
Y él exclamó:

Tu mi niña, brillo de mi vida,
para ti, es esta blancura,
para ti, esta hermosura,
mi inocencia pura
mi alma clara,
Toda es tuya
desde hoy, hasta que se acabe el sol...

Pero Zulema se marchó

como un rayo,
sin tocar la camisa.
sin sonreír, sin hablar
lloraba sin cesar...

Huyó su niña,  escapó su amor
y dicen, él quedo con dolor,
con llanto sin entender en que se equivocó.

 missbaby.com,  Pinterest

El alma fría, casi muerta...

La noche oculto al día

y  quedo la oscuridad,

sinfonía de un decreto

frío, áspero y servil

que la sombra tomo como suya.

El tiempo detuvo

la marcha inexorable,

del invierno que se topó

con la arrogancia de 

encontrar la ráfaga de brillo,

esa que creyó soltar,

su luz.

Una destello que se empeño

en rugir de la sombra

de un loco creer

que podía surcar el espacio...

Y apareció la luna

creyendo cubrir el entorno

plateado y  reflejar 

el centello nacido de la nada.

Sonrió como siempre,

pero no se detuvo 

en la fantasía de un 

corazón rebosante.

Nada había allí...

No era su culpa,

no era de nadie

encontrar la soledad

de un alma fría,

casi muerta...

Miedo a perder,  JJ Zaratruciano

En plena libertad...

Cuenta un vendaval
que de noche el ambiente
se cubrió de un aire magistral,
una aparición tan hermosa
que protegió con rosas
su imagen celestial...

Remeció su pelo
y creo un ritmo de alborozo
meciendo al ventarrón,
el sentimiento de su aroma,
voló en las notas
de un torbellino agobiante
entre el mar y la tierra,
el sol y las estrellas
con su adornado caminar,
en letras por detallar...

Regó su campo,
con lluvia invernal.
Conectó lo interno de su ser
con la armonía del vaivén
de las hojas del árbol,
que con suavidad,
caen del edén y la claridad,
al mar de la tranquilidad...

Derramó vigor
de mujer, con firmeza,
fundió su amor al alba
junto a la ternura del ocaso,
y le sacó luz al brillo de un rayo
con su timidez y su ternura...

No le teme al viento,
ni a la  ráfaga que despliega al sueño,
ese que no arruga, y repliega al miedo...

Dice el cuento,
que escribe con dulzura,
redacta en secreto,
en lo profundo de su corazón.

De esos que ya no nacen,
que no se hallan en la esquina,
saluda al aire moviendo su pelo,
de un modo seductor,
con ojos cerrados, en plena libertad...

Rossibel, Twitter

Mi tempestad...

Que será de mi
sin tu tempestad...

Sin el aluvión
de emociones
que se juntan
con el frenesí de ser;
al aire que se agolpa,
por el sentimiento
que seduce tu enojo
llanto y lágrimas
que se curten con el viento...

¿Que haría sin eso?
El intento de
levantar mi vuelo,
sin tus alas,
sin la expresión
de tener ese amor
contenido en ti...

Flor Silvestre
que me haces sonreír,
si, la que devuelve
mi alma al instante
en que la ilusión
corresponde a la razón
esquiva. ¡Si! Tan arisca
que siente morir, al perder tu mirada...

Así te quiero, hermosa...
Compulsiva e impulsiva
en este mar,
en esta fragancia
que me atrapa y me conquista...

Daniell,  Pinterest

Donde perteneces, ángel...

Te escribo un poema,

uno que no sabe salir

que no se describir 

con palabras,  la intensidad 

de lo que siente este sencillo corazón;

Sobre pongo el bolígrafo

a una hoja de papel en blanco

percibiendo el sentimiento

de ser el afortunado personaje;

la envidia de unos, 

la burla de otros, incluyendo 

las gotas de rocío que intima

en la profundidad de la noche;

Las letras de detienen,

entre sonrisas y lagrimas,

imaginando la ternura de tus caricias,

las notas musicales que surgen 

del toque de tus manos y mis mejillas.

La exhalación de tu aire,

y el enigma del resplandor de tus labios;

Como podre detallar la fuerza,

la explosión del sonido de tu risa

y el vuelo de tu pelo perfecto,

que surcan al cielo,  en esta noche

en que confundo los astros con tu mirada;

Al final esas notas 

se plasmarán en un papel,

algún día,  pero hoy 

en las alas de un cóndor

se elevaran como brisa

para permanecer en lo alto,

cercano al cielo,  allí, donde perteneces

ángel...

Isabelle,  Pinterest

Me aferre a tus caricias

Me aferre
a la tus caricias
cubriendo las debilidades
de un susurro que dependió
del soplo de un te amo,
cantado al oído;

No quiero que
se pierda la caricia
espontanea de tus besos
rosando mi piel
ese que me hace entender,
que no encuentro
la diferencia entre amanecer
y anochecer cuando estas conmigo;

Contemplaré
el brillo incesante de tus ojos,
que confundo con las estrellas
del cielo que repican, en la oscuridad
al espacio que irremediable,
te buscan para encontrarte
en la compañía, de la canción que llamamos amor.

Bárbara Palvin,  Pinterest

Parece volar

Entérate
que observo a la distancia
los pasos que das, en la luz,
en el atardecer,
al disturbio leve que parece
hacerte volar;

Comprende, 
que me encanta
descifrar el sonido
del canto de tu sonrisa,
al roce del perfume
con la divinidad de tu presencia;

No te incomodes,
si aspiro el aroma a frescura
que vuela desde la calle
hasta ese mundo fantasioso
que llena la aventura de amarte,
es porque me muero por tenerte...

Disculpa,  si me adhiero
a los sueños profundos,
esos que inundan
al mar de tus besos
y se refugian en el fondo
de tu almohada, para estar cerca
y vibrar, en tu estancia...

Permite que hurte
el sentimiento de tenerte
en los suspiros,
en lo profundo del aire
en el palpito que contiene
la alegría de tenerte,  a la distancia...

Bárbara Palvin,  Pinterest

Cielo azul

Hola cielo,
disculpa si te escribo con tristeza
aun cuando eres azul esperanza.
Quisiera que el sol reponga mi fuerza
asimile mi torpeza
y descubra mi indolencia;

Perdona cielo,
si te amo,
siendo un ser tan imperfecto.
Con razón me siento muerto,
en cada paso se descubre mi tormento.
Te he sido infiel con el viento.
Pero te amo corazón.

Vete cielo,
dejaré que escapes, tu mi anhelo,
no pude entender tu encanto,
ese que me dio la vida, con tu hechizo,
en un mundo perfecto.
Que pierdo hoy en mi absurda torpeza.

Cielo no te vayas,
déjame arrancar una pizca de tu aliento
de esos labios, que compartirás con otro,
y aceptar
que esos ojos verdes
perdieron la luz de mi amor, y te perdí...

No viajes lejos,
querré verte pasar de vez en cuando,
como antes,
y llorar mi tristeza...

Seré fuerte en esta derrota
sin convencer al destino
de perderte, como agua entre los dedos.

Te amaré
no se cuanto,
no se en donde,
ni el tiempo en que pueda olvidar...

No será pronto,
No querré olvidarte...
Siempre serás mi cielo azul,
mis mañanas tendrán tu nombre,
en la oscuridad, en el día,
hasta que desaparezca tu silueta
de mi memoria.

Farah, bokaSTUDIOS