viernes, 20 de septiembre de 2019

Soledad, ¡Dime tu nombre!

Soledad,
¡dime tu nombre!
para que entiendas que 
no te temo,
que debes dejarme ir...
¡Suéltame!
de una vez y para siempre...

Porqué insistes en
condenarme a la oscuridad,
porqué encadenas mi corazón
al fierro del destierro
y ser preso de tu hiel...

Porqué quieres mis sentidos
fundidos al manto que me atrapa 
en el fuego eterno,  ¡No te debo nada!

Se que me equivoqué
y me dejé llevar a un destino incierto,
donde sembré indiferencia.

Y allí caí en el abismo,
allí donde descendió mi alma
una y mil veces,  hasta pudrirse
en el fango del desamor y apatía...

Hoy conocí ese amor
y quiero vivir y amarla;
desata una cadena y poder
sentir unos segundos su piel...

¡Ten piedad!
Suéltame,  te lo pido...

Se que olvidé como esparcir
la dulzura que merece y necesita...
y ahora caigo en las brazas 
del resentimiento y el dolor,
de ser tan pobre de espíritu...

Aún así, déjame,  susurrarle al oído...
lo mucho que la amo...
Que estoy enamorado,
y así sentir el aroma del amor,
al menos una vez más...

Ella en el mar,  Pinterest





















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